II.

Privacidad y ética en la era digital

En los debates teóricos y jurídicos sobre la relación entre las tecnologías emergentes y la privacidad, suelen surgir, en el mejor de los casos, todo tipo de aspectos ambiguos, ilusorios, sutiles y transitorios. Por lo tanto, de partida es importante señalar que, aunque sigue siendo difícil encontrar una definición ampliamente aceptada de la privacidad en relación con las tecnologías emergentes, sí ha habido más consenso en el reconocimiento de que la privacidad abarca varias dimensiones. En este contexto de ambigüedad y tecnologías en constante evolución, resulta útil emplear marcos que sirvan de referencia para el debate y la comprensión mutua.

Algunos de los principales problemas de la privacidad ya han sido identificados recientemente por diversos analistas, como Jeffrey Rosen, en su obra titulada A Twenty-First Century Framework for Digital Privacy (Un marco para la privacidad digital en el siglo XXI), en la que expone los complicados retos que plantean las tecnologías emergentes de cara a nuestra privacidad y seguridad como ciudadanos, ya sea de Europa o del mundo. Vamos a repasar brevemente siete áreas significativas que se han identificado dentro del ámbito de la privacidad, que son relevantes en nuestra vida diaria y en las que están influyendo las tecnologías emergentes que ya hemos analizado en los cuatro primeros capítulos.

1. Privacidad de las personas

Comprende el derecho a mantener en privado la propia información biológica (como el código genético o los datos biométricos). La privacidad personal contribuye a disfrutar de una sensación individual de libertad y una sociedad democrática sana y equilibrada.

2. Privacidad del comportamiento y las acciones

Incluye temas delicados como la actividad política y las prácticas religiosas. Sin embargo, la noción de privacidad del comportamiento personal también tiene que ver con las actividades que se desarrollan en espacios públicos. En el mundo digital, la privacidad de nuestro comportamiento (por ejemplo, nuestras compras, citas y entretenimiento) corre un mayor riesgo de exposición.

3. Privacidad de la comunicación

Trata de evitar la interceptación, la intervención o la interferencia de las comunicaciones, incluyendo la interceptación del correo, el uso de micrófonos ocultos, la interceptación o la grabación de las comunicaciones móviles o inalámbricas y el acceso a los mensajes de correo electrónico u otros medios de comunicación.

4. Privacidad de los datos y las imágenes

Incluye la preocupación por asegurarse de que los datos de las personas no estén automáticamente a disposición de otras personas, empresas y organizaciones y que los individuos puedan ejercer un grado considerable de control sobre esos datos y sobre su uso.

5. Privacidad de los pensamientos y sentimientos

Se refiere al derecho de las personas a no compartir sus pensamientos o sentimientos o a que estos sean revelados. Los individuos deberían tener derecho a pensar lo que quieran. La creatividad de los pensamientos y sentimientos beneficia a la sociedad, porque ayuda a mantener el equilibrio de poder entre el Estado y el individuo.

6. Privacidad de la ubicación y el espacio

Hace referencia al derecho de las personas a circular por espacios públicos o semipúblicos sin ser identificadas, rastreadas o vigiladas. Esta concepción de la privacidad incluye también el derecho a la soledad y el derecho a la intimidad en los espacios de cualquier entorno determinado. Esta concepción de la privacidad tiene un valor social.

7. Privacidad de asociación (incluida la privacidad de grupo)

Se refiere al derecho de las personas a asociarse con quienes quieran sin ser vigiladas. Desde hace mucho tiempo, se considera uno de los derechos necesarios para que una sociedad sea realmente democrática, ya que favorece la libertad de expresión, incluyendo la expresión política, la libertad de culto y otras modalidades de asociación.

Note

A medida que surgen nuevas tecnologías que fomentan cada vez más la creación, el intercambio, el almacenamiento y el tratamiento de datos, es primordial que se sigan respetando en todo momento los principios fundamentales del derecho de las personas a la privacidad. La Unión Europea está considerada como líder mundial en su intento de velar por los derechos de protección de datos de los ciudadanos. Su legislación, como el Reglamento General de Protección de Datos o RGPD, incluye derechos fundamentales como el derecho al olvido, que reconoce que las personas son propietarias de sus datos y tienen derecho a que se eliminen, si así lo desean.

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Una persona en una intersección
Una persona en una intersección

Ética de la tecnología para el siglo XXI

La ética de la tecnología es la aplicación del pensamiento ético a las cuestiones prácticas de la tecnología. La razón por la que la ética de la tecnología está cobrando importancia es que las tecnologías nuevas y emergentes que hemos descrito en los cuatro primeros capítulos nos dan más poder para actuar, por lo que tenemos que tomar decisiones a las que no nos enfrentábamos hasta ahora. Mientras que, en el pasado, nuestras acciones estaban restringidas involuntariamente por nuestras limitaciones prácticas, ahora, con todas las posibilidades que ofrece la tecnología, debemos aprender a estar restringidos voluntariamente por nuestro juicio: nuestra ética.

Note

Por ejemplo, en las últimas décadas han surgido muchas cuestiones éticas nuevas, debido a la innovación en las tecnologías médicas, de comunicaciones y de armamento, tres áreas que han avanzado gracias al IoT, la AIoT, la robótica y la automatización, así como la realidad extendida. En el caso de las tecnologías de la comunicación, como las redes sociales, las personas aún están aprendiendo a comportarse cuando tienen acceso a tanta gente y a tanta información; los continuos problemas que estamos observando en relación con las noticias falsas reflejan lo rápido que pueden torcerse las cosas en las redes sociales cuando el público se expone a personas malintencionadas.

Obviamente, estos cambios presentan riesgos importantes y deberíamos preguntarnos si son cambios y riesgos que merecen la pena, porque está en nuestras manos decidir qué tecnologías inventamos, utilizamos y elegimos para vivir. Detrás de cada tecnología emergente están la creatividad y los planes de las personas. Es cierto que podemos gobernar nuestras tecnologías emergentes con leyes, reglamentos y otros acuerdos globales en constante evolución y cambio, pero, como en el caso del derecho a la privacidad comentado en la sección anterior, las personas debemos aceptar el requisito esencial de adoptar un comportamiento responsable y cooperativo en todas nuestras acciones.

Ejemplo

La Comisión Europea, en su libro blanco (2020), aborda con claridad estas cuestiones éticas, dando continuidad a su compromiso con la elaboración de «directrices y principios éticos», y afirma desde el principio que «la UE debe actuar conjuntamente y determinar de qué manera, a partir de los valores europeos, promoverá el desarrollo y la adopción de la IA». Además, el libro blanco afirma que, a medida que la IA evolucione, debe asegurarse de que sea «antropocéntrica, ética y sostenible y respete los derechos y valores fundamentales» (2020).

Cuestiones éticas

Estas son algunas de las cuestiones éticas fundamentales que deberíamos plantearnos en relación con las tecnologías emergentes:

  • ¿Qué deberíamos hacer con estas tecnologías emergentes ahora que las hemos desarrollado?

  • ¿Qué pretendemos conseguir con estas tecnologías emergentes?

  • ¿Cómo pueden estas tecnologías emergentes ayudar o perjudicar a los seres humanos y a nuestro planeta?

  • ¿En qué consiste la vida significativa y consciente, en contraposición a la vida mejorada?

Al tratar de orientarnos en este nuevo espacio de tecnologías emergentes, debemos evaluar qué está bien y qué está mal, analizar quién se beneficia de las distintas tecnologías y, así, evitar que se usen para explotar a personas o grupos de personas.

Marcos de referencia para abordar las cuestiones éticas

Para abordar estas cuestiones globales, la Declaración de Montreal para el desarrollo responsable de la IA (2017) establece ciertos principios éticos como, por ejemplo, que la IA debe «respetar la privacidad de las personas, fomentar la diversidad de pensamiento y poder ser examinada». Además, define tres objetivos principales para el desarrollo responsable de la IA que, de hecho, podrían aplicarse a todas las tecnologías emergentes que hemos visto hasta ahora. Por ello, si sustituimos el término IA de estos objetivos por los términos IoT, robótica y automatización o realidad extendida, siguen siendo válidos los mismos mensajes éticos y todas sus implicaciones.

Los principios éticos son los siguientes:

  1. Elaborar un marco ético para el desarrollo y la implementación de la IA.

  2. Guiar la transición digital para que todo el mundo se beneficie de esta revolución tecnológica.

  3. Abrir un foro de debate nacional e internacional para lograr colectivamente un desarrollo de la IA equitativo, inclusivo y ecológicamente sostenible.

Hemos alcanzado un poder tal que no solo somos capaces de destruirnos, sino también de provocar cambios en nosotros mismos.

Ejemplo

Tomemos el ejemplo de CRISPR, una tecnología simple pero muy potente para editar genomas. Permite a los investigadores alterar con facilidad las secuencias de ADN y modificar la función de los genes. Se puede aplicar con todo tipo de fines, como corregir defectos genéticos, tratar enfermedades, prevenir su propagación y mejorar los cultivos.

Con CRISPR y la biología sintética podemos modificar genéticamente a las personas, e implantando dispositivos biomédicos en nuestros cuerpos y cerebros podemos cambiar nuestro funcionamiento y nuestra forma de pensar. Ahora mismo, la mayoría de las intervenciones médicas se realizan para tratar afecciones o mejorar la calidad de vida, pero en el futuro habrá que plantearse también la posibilidad de añadir mejoras al ser humano. En algún momento podremos, incluso, modificar el tejido de la naturaleza y la anatomía de las personas, aplicando tecnologías emergentes.

Un debate ético cada vez más necesario

Actualmente, la tecnología es más ineludible que nunca. En realidad, la mayoría de las tecnologías emergentes funcionan de manera invisible, en un segundo plano, en el transcurso de nuestra vida cotidiana: por ejemplo, al consultar nuestros dispositivos móviles, comprar, utilizar tarjetas de transporte público, pagar productos a distancia o acceder a información o medios de comunicación, intervienen diversas combinaciones de estas tecnologías para ofrecernos opciones, respuestas y soluciones inmediatas.

Mientras haya progreso tecnológico y tecnologías emergentes, la ética de la tecnología no desaparecerá; de hecho, las cuestiones que rodean a la tecnología y la ética no harán más que cobrar importancia. Entretanto, iremos eligiendo qué futuro queremos crear. La tecnología nos confiere cada vez más poder, de modo que debemos prestar más atención a la ética si queremos vivir en un futuro mejor y no en uno peor. Una vez más, es una decisión que está en nuestras manos, ya que somos las personas y nuestra creatividad quienes concebimos las tecnologías emergentes.

Part summary

Al finalizar el capítulo 5, deberías ser capaz de:

  • Debatir sobre las implicaciones de las tecnologías emergentes en nuestra vida cotidiana y en el futuro del trabajo.

  • Explicar qué consecuencias pueden tener las tecnologías emergentes en el ámbito de la privacidad.

  • Comprender algunas de las principales cuestiones éticas relacionadas con las tecnologías emergentes.

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