Poco a poco fue aumentando la cantidad de usuarios de Internet. La creciente aceptación y el mayor uso de la red, esa nueva tecnología de información y comunicaciones, dio lugar a una nueva forma de participar en Internet.
Esto condujo a una transición gradual hacia una segunda generación de servicios basados en la Web, centrados en la colaboración en línea, la conectividad y la capacidad de compartir contenidos entre los usuarios. Es lo que se conoce como la Web 2.0.
La Web 2.0
El concepto de Web 2.0 se popularizó durante una serie de congresos celebrados bajo el mismo nombre, organizados por el editor Tim O'Reilly y MediaLive International a partir del 2004 y en los que se hablaba del punto de inflexión de la Web tras el estallido de la burbuja de las puntocom en otoño del 2001. O'Reilly describe la Web 2.0 como «la revolución empresarial del sector de la informática provocada por la transición al uso de Internet como plataforma y un intento de comprender las reglas del éxito en esa nueva plataforma».
A diferencia de los sitios web 1.0, que limitan a los usuarios a ver los contenidos de forma pasiva, los sitios web 2.0 permiten a los usuarios interactuar y colaborar entre ellos dentro de una comunidad virtual, a través de la comunicación en redes sociales, además de participar como creadores de contenidos. Algunos ejemplos de la Web 2.0 son los sitios web de redes sociales (Facebook, Twitter, LinkedIn), los blogs (WordPress, Medium, SquareSpace), los sitios web de escritura colaborativa o wikis (Wikipedia), los sitios web para compartir imágenes (Flickr, Pinterest) o vídeos (YouTube), las aplicaciones web (Google Apps, Microsoft 365), las plataformas de consumo colaborativo (Airbnb, Car2Go) y todo un abanico de sitios web que continúa ampliándose.
Veamos en mayor detalle la Web 2.0 y cómo ha convertido la red en una plataforma informática tan activa.
A continuación veremos cómo esos cambios en la manera de utilizar la red han convergido hasta crear la Web que conocemos actualmente.
La Web como plataforma
Las nuevas aplicaciones de software que se desarrollan y se utilizan directamente en la Web, y no en el escritorio del usuario, reproducen la experiencia de uso del software de escritorio, al tiempo que ofrecen funciones similares a las de un PC, pero que se ejecutan dentro del navegador. Esto hace que los usuarios puedan acceder cómodamente a las mismas funciones en diferentes dispositivos.
El software como servicio
El software se ofrece directamente a través de la Web y los clientes pagan, de forma directa o indirecta, por el uso de ese servicio. Esto ofrece una serie de ventajas en cuestión de accesibilidad, compatibilidad y gestión operativa, además de unos costes iniciales inferiores a los de la descarga e instalación del software tradicional.
Experiencias de usuario enriquecidas
Por otra parte, el uso de la Web como plataforma permite crear experiencias de usuario «enriquecidas»: se desarrollan aplicaciones que mejoran la experiencia del usuario al acceder a Internet y navegar por la Web.
Interfaces de programación de aplicaciones (API)
Las API (application programming interfaces) son programas intermedios que permiten a los dispositivos compartir datos importantes y exponer funciones prácticas entre dispositivos y aplicaciones. Gracias a las API, diferentes aplicaciones pueden funcionar juntas de una manera segura y estandarizada y proporcionar la información o funcionalidad solicitada sin que tenga que intervenir el usuario.
Las API desempeñan un papel fundamental en la mejora de los servicios de Internet actuales y el desarrollo de nuevos productos y negocios. Al permitir que los desarrolladores reutilicen componentes de software, las API ayudan a crear nuevas soluciones sin necesidad de repetir el trabajo ya realizado. Esto es posible mediante el acceso a servicios y datos externos, o empleando las API para transformar los datos y servicios de una empresa en una plataforma, lo que anima a otros a basarse en ella y utilizarla.
Arquitectura de la participación
Para poder crear experiencias de usuario enriquecidas, también es necesario que los usuarios finales proporcionen sus comentarios y opiniones, a partir de los cuales se optimiza la experiencia del cliente. Este es un principio clave de la Web 2.0: el servicio mejora automáticamente cuanta más gente lo utiliza. Se denomina arquitectura de la participación, puesto que hay una comunidad de usuarios que contribuye a crear el contenido o participa en el proceso de diseño y desarrollo.
Aprovechar la inteligencia colectiva
Algunas plataformas han llevado un poco más allá la arquitectura de la participación, situando a los usuarios en el centro de su arquitectura y haciendo que ellos mismos creen y mejoren continuamente el servicio. Esto se llama aprovechar la inteligencia colectiva.
La distribución de información a través de la Web
Los usuarios no se limitaron a colaborar con los contenidos de la Web, sino que empezaron también a participar activamente en la creación y distribución de información en la red. Una buena manera de difundir rápidamente la información es a través de los blogs. Un blog es un sitio web que se actualiza con cierta periodicidad y que recoge textos y artículos de uno o varios autores en orden cronológico (se muestra en primer lugar el más reciente), con una temática determinada; el autor es libre de publicar información sobre temas de interés personal o general. La gente lee blogs, ve cosas que le interesan y escribe sobre ello en sus propios blogs, lo que facilita la difusión de la información en la red, que se convierte en otra fuente de información muy extendida, junto a los medios de comunicación tradicionales.
Aparte de la propia red, lo que constituye el motor de la Web 2.0 son las infraestructuras, capacidades y funciones informáticas que gestionan la inmensa cantidad de datos creados por la Web 2.0, es decir, la computación en la nube y las tecnologías de big data. En los dos capítulos siguientes, veremos más detalles sobre cómo la intersección de estas tecnologías marca una nueva etapa en la revolución de la Web y sienta las bases para desarrollar las tecnologías emergentes, lo que se denomina la Web 3.0.
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Al finalizar el capítulo 4, deberías ser capaz de:
Explicar cuáles son los principales tipos de redes y los principales elementos que constituyen una red.
Entender la diferencia entre Internet y la World Wide Web.
Indicar qué factores han contribuido a la transición hacia una segunda generación de servicios basados en la Web.