La revolución informática dio un paso más cuando llegaron a nuestra vida los dispositivos inteligentes. Pero ¿qué son los dispositivos inteligentes? Básicamente, son aparatos electrónicos que pueden conectarse, compartir información e interactuar con los usuarios y con otros dispositivos inteligentes, de forma relativamente autónoma.
Para ser «inteligente», un dispositivo debe tener tres características principales:
Debe utilizar sensores para reconocer su entorno (lo que se denomina también conocimiento contextual): las cámaras, los micrófonos, los receptores GPS y otros tipos de sensores recogen información sobre el entorno y adaptan su funcionamiento de acuerdo con un conjunto de reglas preestablecidas o mediante inteligencia computacional.
Debe realizar tareas de computación de forma autónoma: uno o varios dispositivos deben ser capaces de ejecutar tareas de manera autónoma sin que se lo ordene directamente el usuario. Por ejemplo, nuestros smartphones usan por su cuenta los datos contextuales para tomar decisiones u ofrecernos sugerencias en función de nuestra geolocalización o del tiempo que hace.
Debe estar conectado: los dispositivos inteligentes se conectan a una red de datos para comunicarse o recibir información. Sin conectividad, no serviría de nada que un dispositivo inteligente fuera autónomo y tuviera en cuenta el contexto.
Además de las ventajas que ofrece el uso de ordenadores para realizar todo tipo de actividades, los dispositivos inteligentes proporcionan una nueva categoría de prestaciones y eficiencia.
Son fundamentales para la revolución digital, ya que están diseñados para prestar un servicio concreto y muy útil. Lo hacen adaptándose de forma dinámica a los cambios en su entorno y tomando medidas según sus condiciones de funcionamiento. El servicio en cuestión puede ser desde lo más sencillo (como encender y apagar las luces de tu teléfono en determinados momentos) hasta lo más complejo (como los algoritmos de control del clima que optimizan la temperatura y la humedad de los cultivos).
¿Y qué hay de la interacción con los usuarios y la portabilidad?
En contra de lo que se suele pensar, no todos los dispositivos inteligentes necesitan interactuar con un ser humano. Si crees que sí, es porque solo estás teniendo en cuenta los dispositivos inteligentes más comunes, como los smartphones o los relojes inteligentes, pero hay muchas otras posibilidades. Los dispositivos inteligentes pueden tener contacto directo o indirecto con las personas. Por ejemplo, un reloj inteligente recoge datos sobre la salud y los transmite a una aplicación del teléfono. El usuario verá esos datos y podrá utilizarlos como quiera, pero ese proceso no requiere ninguna intervención específica por su parte.
Del mismo modo, los dispositivos inteligentes pueden ser portátiles, pero no es necesario que lo sean. Piensa en un timbre inteligente: una vez colocado en la puerta principal, utiliza sus sensores de movimiento y su cámara (conocimiento contextual) para reconocer el movimiento en el entorno de la puerta (computación autónoma) y avisa al propietario de la casa a través de una aplicación específica (conectividad) cuando llega alguien. En este ejemplo, la portabilidad no es necesaria.
Los dispositivos inteligentes, gracias a su asombrosa capacidad de recopilar, computar, analizar y transmitir una enorme cantidad de datos, son fundamentales en la siguiente fase de la revolución digital y tienen mucho que ver con la aparición de nuevas tecnologías como el Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) o la computación en la nube. Trataremos esto con más detalle en el segundo curso.
Dispositivos inteligentes
Ahora, veamos cómo podemos utilizar los dispositivos inteligentes para crear «entornos inteligentes» en nuestra vida cotidiana:
Smartphones
Los smartphones o teléfonos inteligentes se han convertido en la piedra angular de nuestras vidas «inteligentes». Lo que confiere a nuestros smartphones su inteligencia y su capacidad de reconocer el entorno es el conjunto de sensores integrados en cada dispositivo. Los smartphones actuales están equipados con unos catorce sensores, dependiendo del modelo: un sensor de proximidad, un sensor de luz ambiental, un acelerómetro, un sensor giroscópico, un magnetómetro, un sensor de sonido ambiental, un barómetro, un sensor de pantalla táctil, un monitor de frecuencia cardíaca, etc. Gracias a estos componentes, los smartphones pueden utilizarse para actuar en casos de emergencia, llevar un seguimiento de la actividad física o registrar la localización, así como para el procesamiento de la visión natural. Las funciones de verificación de la identidad, las indicaciones basadas en GPS y los juegos y aplicaciones que detectan la posición u orientación encajan muy bien con las características de los smartphones.
En la última década, a medida que se ha reducido su precio y ha aumentado su capacidad de procesamiento, los smartphones han revolucionado nuestra vida por completo, no solo cómo nos comunicamos. Además de para llamar y enviar mensajes de texto y correos electrónicos, más de 2000 millones de personas de todo el mundo utilizan ya estos dispositivos para navegar, reservar taxis, comparar opiniones y precios de productos, leer las noticias, ver películas, escuchar música, jugar a videojuegos, grabar vídeos de sus vacaciones y participar en redes sociales. Los smartphones son importantes para manejar otros dispositivos inteligentes, ya que su hardware permite acceder a aplicaciones móviles específicas con las que los usuarios pueden controlar a distancia diferentes aparatos.
Es innegable que la tecnología de los smartphones ha aportado muchos beneficios a la sociedad, como permitir que millones de personas que carecen de acceso a los bancos realicen transacciones financieras, por ejemplo, o que el personal de emergencias localice con precisión el lugar donde necesitan su ayuda más urgentemente en caso de catástrofe.
¿Cómo escanean los smartphones la huella dactilar?
Hoy en día, muchos smartphones se bloquean y desbloquean mediante nuestra huella dactilar. Esto es posible gracias al escáner de huellas dactilares, que es un tipo de sistema de seguridad electrónico que utiliza la huella dactilar para comprobar por medios biométricos que una persona es quien dice ser. La mayoría de los smartphones de la actualidad utilizan la tecnología de los escáneres capacitivos, que emplean condensadores para medir el dedo con señales eléctricas. Los condensadores almacenan una carga eléctrica y los sensores capacitivos usan varios circuitos de condensadores diminutos para recoger datos sobre la huella dactilar a través de placas conductoras situadas en la superficie del escáner. Estas placas conductoras registran los detalles de la huella dactilar.
Cuando las líneas de la huella dactilar entran en contacto con una placa conductora, la carga almacenada en el condensador cambia ligeramente, mientras que, en los espacios vacíos, la carga almacenada no cambia. Entonces se utiliza un circuito integrador de amplificador operacional para captar esos cambios, que son registrados por un convertidor analógico-digital. Es difícil engañar a este sistema, ya que el resultado no se puede replicar con una imagen. Solo se puede hackear mediante hardware o software.
Con estos escáneres se puede hacer mucho más aparte de leer las huellas dactilares: algunos smartphones de gama alta también permiten navegar y desplazarse por las páginas con su escáner de huella dactilar.
Hogares inteligentes
Cuando hablamos de hogares inteligentes, nos referimos sobre todo al acceso remoto a los sistemas que tenemos en casa, así como a un uso más eficiente de diversos aparatos domésticos. Todo depende de cómo los personalicemos, pero con el acceso remoto, podemos vigilar nuestra casa a través de una cámara, apagar las luces que dejamos encendidas o, incluso, abrir la puerta para que entren nuestros invitados. Para algunas personas con discapacidades o lesiones, la posibilidad de controlar dispositivos con la voz o con una aplicación puede mejorar significativamente su calidad de vida y hacer que puedan disfrutar de una vida más agradable e independiente.
Los hogares inteligentes pueden incluir los siguientes dispositivos:
Sistema de entretenimiento: los televisores inteligentes son cada vez más populares, ya que, además de funcionar como una televisión convencional, ofrecen funciones informáticas y una conectividad más avanzadas, lo que permite a los usuarios acceder a aplicaciones como navegadores web, juegos, redes sociales o plataformas de contenidos a la carta. A esto podemos añadirle un sistema de audio inteligente que abarque varias habitaciones y que nos permita escuchar música directamente de Internet desde diversos dispositivos, así como controlar el volumen, o reproducir música distinta en cada parte de la casa.
Asistente virtual: los asistentes virtuales son dispositivos que pueden realizar tareas o servicios según las instrucciones o preguntas del usuario. Son capaces de interactuar con la voz, reproducir música, hacer listas de tareas, configurar alarmas, transmitir podcasts, reproducir audiolibros y proporcionar información sobre el tiempo, el tráfico y otros datos en tiempo real, como las noticias.
Aparatos domésticos inteligentes: están diseñados para optimizar los recursos y suministros, por ejemplo, la calefacción o la electricidad. Los aparatos inteligentes recopilan datos sobre su uso y luego hacen ajustes para ayudar a reducir el consumo. Por ejemplo, un termostato inteligente puede identificar las horas del día en las que no se necesita tanta calefacción y regularse en consecuencia. Otros aparatos habituales son los frigoríficos, las placas de cocina y los hornos. Si son inteligentes, pueden ayudarte a saber cuándo se están pasando los alimentos o mostrarte el interior del horno para que veas cómo va una tarta sin tener que abrir la puerta. Los detectores de incendios, de dióxido de carbono y de inundaciones envían notificaciones al móvil cuando se activan y también se pueden silenciar a través de la aplicación del teléfono.
Vigilancia del hogar: estos dispositivos pueden incluir cámaras de vigilancia y sistemas de seguridad inteligentes, cerraduras inteligentes o timbres inteligentes. El acceso remoto permite supervisar todas las funciones de vigilancia y controlar el sistema de seguridad de nuestra casa.
Consejos para proteger tu hogar inteligente
Aunque los dispositivos inteligentes pueden hacer nuestra vida más cómoda, también pueden sufrir ataques de ciberdelincuentes, como cuando los ladrones intentan entrar en nuestras casas. Por eso es importante tomar medidas para defenderse. Aquí tienes algunos consejos para proteger los dispositivos del hogar inteligente:
Cambia los nombres de usuario y las contraseñas predeterminados. Es probable que los ciberdelincuentes ya conozcan las contraseñas predeterminadas de muchos dispositivos inteligentes. Si las saben, es más fácil que accedan a ellos y, posiblemente, a la información que almacenan.
Utiliza contraseñas seguras y distintas entre sí para las redes Wi-Fi y las cuentas de los dispositivos y cámbialas a menudo. Evita las palabras comunes y las contraseñas fáciles de adivinar, como «contraseña» o «123456». Usa una contraseña diferente para cada cuenta y asegúrate de que sean complejas y estén compuestas por letras, números y símbolos. También puedes utilizar un software de gestión de contraseñas.
Usa la autenticación de dos factores siempre que sea posible. Es un procedimiento de seguridad con el que los usuarios proporcionan dos factores de autenticación para demostrar que son quienes dicen ser: por ejemplo, una contraseña y un código de un solo uso que se envía a su teléfono móvil. Si las aplicaciones de tus dispositivos inteligentes permiten la autenticación de dos factores (2FA, por sus siglas en inglés), utilízala.
Revisa la configuración de tus dispositivos. Los dispositivos inteligentes vienen con una configuración predeterminada de privacidad y seguridad. Revísala detenidamente y cámbiala en función de lo que necesites. Desactiva todas las funciones que no te vayan a hacer falta.
Configura una red para invitados. Reserva tu Wi-Fi para el uso privado y configura una red de invitados para que la utilicen quienes te visiten, amigos y familiares, de modo que no esté vinculada a tus dispositivos inteligentes. No accedas a tus dispositivos desde redes públicas.
Mantén el software y el hardware actualizados. Cuando el fabricante de tu smartphone te envíe una actualización de software, no la pospongas: puede ser un parche para solucionar un problema de seguridad. La seguridad de los dispositivos móviles es importante, ya que puedes conectarte a tu hogar inteligente a través de ellos. Es posible que los fabricantes de tus dispositivos de IoT también te envíen actualizaciones, o que tengas que consultar su sitio web para saber si hay nuevas versiones. Asegúrate de descargar las actualizaciones y aplicarlas a tus dispositivos para evitar riesgos. Comprueba también que tu hardware sigue siendo adecuado o cámbialo y comprueba si los modelos más recientes ofrecen una mayor seguridad.
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Oficina inteligente
Las oficinas inteligentes aprovechan la tecnología para que las empresas y organizaciones trabajen de una manera productiva y colaboren eficazmente. Se basan en la conectividad y los análisis de datos para que el lugar de trabajo esté equipado en todo momento de acuerdo con las necesidades específicas de los empleados. Esto permite que los espacios de trabajo se adapten y evolucionen a medida que las empresas van cambiando y creciendo.
Las oficinas inteligentes emplean una serie de herramientas y tecnologías para favorecer un trabajo más productivo y automatizado, por ejemplo:
Sistemas de vigilancia inteligentes con cámaras y sensores para analizar el uso de los espacios de las oficinas. Estas herramientas proporcionan información sobre qué espacios se utilizan para los distintos tipos de reuniones, lo que permite a los gestores de los edificios saber cuáles prefiere usar la gente y planificar los ajustes necesarios en la distribución de las oficinas.
Sistemas inteligentes de control del clima y la iluminación que detectan las preferencias y los patrones de uso y regulan la iluminación y la temperatura en consecuencia. Se utilizan para mejorar el uso de los recursos del edificio, pero también para mejorar el bienestar de los empleados, lo que se traduce en una mayor productividad.
Otros aparatos inteligentes
Botones de alerta médica: se trata de botones ligeros y resistentes al agua que se pueden llevar colgados del cuello, en la muñeca o de otro modo. El botón se conecta a un sistema de intercomunicación y, al pulsarlo, llama a un centro de vigilancia médica. Si es necesario, el personal del centro que recibe la llamada puede avisar a una persona de contacto o llamar a los servicios de emergencias para que atiendan al paciente. Algunos botones pueden incluso detectar si el usuario se ha caído y contactar automáticamente con el centro de atención telefónica.
Coches inteligentes: estos vehículos, aparte de contar con componentes electrónicos muy avanzados, se conectan a los mecanismos manuales del vehículo, como el sistema de asistencia al aparcamiento y los sensores de colisión, y pueden tener cierta capacidad de conducción autónoma. Algunos coches inteligentes llevan integrado un sistema automático de notificación de emergencias, con el que los sensores del vehículo se conectan a un centro de asistencia y transmiten señales de socorro cuando hay una colisión o algún tipo de fallo mecánico. Esos mismos sistemas permiten también la interacción por voz entre el conductor y el personal remoto, que puede avisar a las autoridades y así ayudar al conductor en caso de accidente.
Cuidado de mascotas inteligente: por ejemplo, comederos inteligentes que dispensan comida y agua para tus mascotas de forma automática. Con una aplicación en el móvil, puedes programar los horarios de alimentación y controlar las raciones.
No cabe duda de que los avances tecnológicos han cambiado nuestra vida cotidiana, pero también han transformado nuestra cultura. Al agilizar casi todos los aspectos de la vida y facilitarlo todo, los ordenadores personales han creado una cultura de la comodidad. Nos hemos acostumbrado a recibir lo que queremos en cualquier momento. En los próximos capítulos veremos cómo la revolución informática ha servido de base a otras tecnologías en la transformación digital de nuestras sociedades.
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Al finalizar el capítulo 2, deberías ser capaz de:
Explicar la relación entre el hardware y el software y cómo interaccionan para que un sistema informático funcione correctamente.
Entender la importancia del hardware como un factor condicionante de la tecnología.
Identificar los componentes de hardware de un ordenador y cómo deben conectarse entre sí para que el ordenador funcione de forma óptima.
Explicar las funciones que hacen que un dispositivo sea «inteligente».